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«El futuro de la comunicación necesitará criterio, sensibilidad y capacidad de lectura»

Por Martina Campodónico

Hay momentos en los que la comunicación parece un ruido: notificaciones encendidas, pantallas que piden atención y un sentido de urgencia permanente. Pero Pamela Chaia, ante esa corriente acelerada, elige otra cosa. Elige detenerse. Mirar. Preguntarse. Y recién ahí contar.

Su historia no avanza en línea recta, quizás por eso también se vuelve tan actual. Viene de la radio analógica, del cassette que había que rebobinar, de la intuición que se formaba a fuerza de escuchar. Viene de la docencia, de noches dando clases a adultos que descubrían WhatsApp, de ejercicios sobre el teléfono como objeto cultural. Viene también de acompañar procesos de aprendizaje, de producir contenidos, de sostener la curiosidad como forma de trabajo. Y viene de estudiar en tiempos fragmentados: maternidad, empleo, pandemia.

En ese entretejido aparece su mirada del oficio hoy, una mirada que oscila entre la potencia y la soledad. “A veces puedo hacer una gran cobertura sola con un celular, pero eso no reemplaza tener un equipo con quien tomar decisiones”.

Y agrega: “El periodismo hoy te empuja a un lugar un poco solitario. Las nuevas herramientas facilitan, pero también te dejan más sola en la toma de decisiones”.

La escena se repite en coberturas, transmisiones improvisadas y esos momentos en los que el micrófono se abre sin aviso. El vivo todavía tiene un efecto físico: acelera la respiración, empuja, exige. “El periodismo tiene esa adrenalina de abrir el micrófono ya y decidir qué hacer”, dice. Esa pulsión sigue guiando su modo de trabajar.

Agenda propia: trabajar sin correr detrás

Pamela lo dice con calma, como quien ya encontró su fórmula: “No busco las cinco noticias de la semana. Prefiero crear mi propia agenda e ir a temas que no se estén hablando demasiado”.

Su estrategia se sostiene en la observación más que en la urgencia. No corre detrás del algoritmo: lo esquiva, lo mira de reojo, lo estudia. Y decide desde ahí.

Sus contenidos más vistos no son la “noticia del día”, sino análisis tecnológicos que pueden verse hoy o dentro de tres meses sin perder vigencia.

Mientras muchos buscan volumen, Pamela busca sentido. Mientras las tendencias dictan ritmo, ella propone pausa. Una forma de hacer periodismo que no renuncia a la actualidad, pero tampoco se deja arrastrar por ella.

Un oficio que se multiplica

Su carrera nunca estuvo aislada en un solo espacio. Pamela transita medios, aulas, redes sociales, talleres, coberturas y proyectos colaborativos con la misma lógica: volver accesibles temas que parecen lejanos. Acompañar a quienes recién se acercan al mundo digital. Leer entre líneas cómo influyen las tecnologías en nuestras vidas. Traducir, ordenar, explicar.

Esa mezcla, entre el oficio periodístico, la docencia y la creación de contenido, arma su identidad profesional. No es algo que ocurrió de golpe: fue creciendo capa por capa, con herramientas acumuladas a lo largo de los años y con la disciplina de sostener proyectos incluso en contextos adversos.

Volver a la universidad desde la práctica

Cuando habla de FASTA, lo hace desde la gratitud y desde la práctica. No como un recuerdo archivado, sino como un espacio que todavía dialoga con su día a día.

Los conceptos de las cursadas, la mirada crítica sobre los consumos mediáticos, las discusiones sobre plataformas y tecnología: todo vuelve cada vez que planifica un contenido, cuando acompaña a estudiantes, cuando analiza tendencias o cuando desarrolla un proyecto multiplataforma.

Ese puente entre la formación y el trabajo no se deshace: crece. Y le da algo fundamental: estructura. Una base conceptual que ordena lo que antes era intuición dispersa.

El futuro de la comunicación: volver a mirar

Cuando la charla termina, queda flotando una idea simple: el futuro de la comunicación no será sólo tecnológico ni exclusivamente inmediato. Necesitará criterio, sensibilidad y capacidad de lectura. Necesitará voces que sepan explicar, acompañar y traducir.

Pamela no lo enuncia como tesis. Lo demuestra con su recorrido. Su forma de trabajar sintetiza el cruce entre tradición y plataforma, entre análisis y cercanía, entre oficio y pedagogía. Y confirma algo que la comunicación actual parece recordar cada vez con más fuerza: la creatividad sigue abriendo caminos donde antes no los había.

* Este artículo es parte de la edición de NOVIEMBRE 2025 del newsletter LINKEADOS de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad FASTA *

Linkeados, newsletter mensual de la FPyC UFASTA | NOVIEMBRE 2025 – Año 4 – Número N° 22

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