Por Mayra Tachilez
En un mundo atravesado por TikToks, reels y textos cada vez más breves, la comunicación fue mutando… y la escuela no pudo quedar al margen. En ese contexto, se entrevistó a Mari Montivero, docente de Historia y Antropología, quien compartió reflexiones clave sobre cómo acompañar estos cambios sin perder profundidad.
Montivero recordaba que la comunicación no se limita a los dispositivos: “Todo lo que vemos y compartimos, desde una pintura hasta un posteo, es un texto. Y para entenderlo, necesitamos lenguaje, pensamiento y capacidad de análisis”. Por eso insistía en la importancia de no dejar de lado la lectura y escritura tradicional. Pero no desde la nostalgia, sino como una base sólida para poder pensar, crear y argumentar. Es decir, para comunicarse mejor.
Sobre el rol de las redes, advertía que no había que demonizarlas, sino aprender a usarlas con criterio: “Podemos tomar un reel, un comentario viral o una imagen potente como punto de partida para abrir preguntas, generar diálogo y ejercitar el pensamiento crítico”.
Lo central, planteaba, era enseñar a elegir qué consumir y cómo interpretarlo, especialmente con los más chicos, que muchas veces se enfrentan a contenidos para los que no están preparados.
En relación con la comunicación institucional, hacía una observación potente: “Se ha roto el vínculo entre escuela y familia. Y eso es grave”. Para ella, reconstruir esa relación era clave. Pensaba al docente y a la familia como arco y flecha: uno no funcionaba sin el otro. Solo así, decía, se podía educar verdaderamente en comunidad.
Mari Montivero se jubiló como docente en el colegio secundario Pío X de Córdoba capital. Sin embargo, su vocación sigue intacta: actualmente continúa enseñando a través de clases particulares, acompañando procesos de aprendizaje con el mismo compromiso de siempre.
La entrevista dejó un mensaje claro: no hay que elegir entre lo digital y lo tradicional. Hay que integrarlo todo, con criterio, con mirada crítica y, sobre todo, con un objetivo firme: formar personas que puedan comunicarse con sentido en un mundo que cambia, pero que sigue necesitando palabras.
* Este artículo es parte de la edición de JULIO 2025 del newsletter LINKEADOS de la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad FASTA *
Linkeados, newsletter mensual de la FPyC UFASTA | Julio 2025 – Año 4 – Número N° 19